James Webb observa, por primera vez, la composición química de nubes extraterrestres
El telescopio espacial ha detectado vapor de agua, dióxido de azufre y nubes de arena en la atmósfera de un planeta cercano
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Madrid
A solo 22 años luz de distancia y orbitando alrededor de una pequeña estrella enana roja, un equipo de astrónomos ha conseguido medir, con el telescopio espacial Hubble, un mundo cercano que ya había sido observado en 2022. Y el resultado es que tiene el mismo tamaño de la Tierra. Se llama LTT 1445 Ac, y con su diámetro prácticamente igual al terrestre (1,07 veces) es el exoplaneta más cercano conocido con un tamaño similar al de nuestro mundo. Los datos se publican en un artículo recién publicado por ‘The Astronomical Journal’.
Las similitudes, sin embargo, terminan ahí, porque LTT 1445 Ac es demasiado caliente como para albergar vida. A pesar de ello, su mera presencia tan cerca de nosotros lo convierte en un candidato ideal para averiguar qué es exactamente lo que hace que un planeta tan similar al nuestro evolucione de forma tan diferente.
El telescopio espacial ha detectado vapor de agua, dióxido de azufre y nubes de arena en la atmósfera de un planeta cercano
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El pequeño mundo fue descubierto por la NASA en 2022 gracias al satélite TESS, pero la limitada resolución de sus instrumentos no permitió a los astrónomos estar seguros de sus propiedades. Algo que ahora sí que ha sido posible gracias a las capacidades del Hubble. El exoplaneta, además, gira alrededor de una estrella (LTT 1445A) que forma parte de un sistema ‘trinario’, es decir, compuesto por tres estrellas que se orbitan mutuamente, algo que resulta muy poco corriente.
Normalmente, los astrónomos buscan planetas midiendo en la estrella anfitriona la sutil disminución de su brillo que tiene lugar cuando el planeta pasa por delante de ella. Es lo que se conoce como ‘método del tránsito’. Pero en los sistemas binarios (formados por dos estrellas) o trinarios, como es el caso, las estrellas también influyen en la luz de sus compañeras, lo que puede llevar a confusión a los científicos.
Por eso, y a pesar de que LTT 1445 Ac está solo a 22 años luz de distancia, resulta difícil que los astrónomos averigüen los detalles de lo que están viendo. A no ser que los instrumentos que utilizan tengan capacidades extraordinarias, como es el caso del Hubble.
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Un estudio del año pasado había calculado que una enana blanca pasaría muy cerca del Sol, desestabilizando las órbitas de numerosos objetos de la nube de Oort y lanzando algunos contra nuestro planeta. Una nueva investigación ha cambiado la historia
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Las observaciones hechas con el veterano telescopio, de hecho, dieron sus frutos, mostrando que el planeta realiza un tránsito normal alrededor de la estrella y que su tamaño es solo 1,07 veces el de la Tierra. Lo cual significa que se trata de un mundo rocoso, como el nuestro, y con la misma gravedad superficial.
La diferencia, sin embargo, está en la temperatura, que ronda los 260 grados centígrados. Demasiado caliente para que se desarrolle la vida tal y como la conocemos. A pesar de ello, el mero hecho de haber conseguido averiguar los datos de LTT 1445 Ac implica que ahora los astrónomos tendrán una excelente oportunidad para estudiar también su atmósfera, lo cual ayudará a comprender cómo se forman y evolucionan los mundos similares a la Tierra en sistemas solares con arquitecturas tan diferentes.
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«Los planetas en tránsito -afirma Emily Pass, del Centro de Astrofísica Harvard & Smithsonian y autora principal del artículo- son interesantes porque podemos caracterizar sus atmósferas mediante espectroscopia, no sólo con el Hubble sino también con el telescopio espacial James Webb. Nuestra medición es importante porque nos dice que probablemente se trate de un planeta terrestre muy cercano. Esperamos realizar observaciones posteriores que nos permitan comprender mejor la diversidad de planetas alrededor de otras estrellas«.
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