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Como Don Quijote deshacía entuertos, deshizo modernos malentendidos literarios Javier Cercas en su discurso de Ingreso el la Real Academia Española (RAE). El escritor cacereño (Ibahernando, 1962) leyó este domingo ante sus colegas de la docta casa ‘Malentendidos de la modernidad’.
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‘Un manifiesto’, subtituló su extensa y crítica alocución, con la que desmontó tópicos como el de la inutilidad del arte, la sacralización del escritor, su aislamiento en una torre de marfil, la condena sistemática de la literatura popular como mala y la consagración de la minoritaria como buena.
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Si días atrás el también académico y último ganador del premio Cervantes, Álvaro Pombo, decía en la misma RAE que el autor de ‘Quijote’ fue «un ‘pringao’ genial que nunca ganó nada», su colega Cercas, más que probable ganador del Cervantes, evocó al padre de la novela para asegurar que «nunca hubiera ganado el premio Cevantes».
Cree Cercas que en la literatura «nos debatimos en una telaraña pertinaz de malentendidos, por no decir supersticiones, prejuicios, medias verdades o simples mentiras, que distorsionan la realidad y nos impiden verla con nitidez».
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Lo dijo bajo el retrato de Miguel de Cervantes Saavedra, en el salón de actos del noble caserón académico al que Cercas, ataviado con el preceptivo chaqué, fue introducido por Asunción Gómez-Pérez y Pedro Cátedra.
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Los valedores de su candidatura fueron la académica Clara Sánchez -encargada este domingo de la ‘laudatio’ -, el Nobel Mario Vargas Llosa -que no asistió- y Pedro Álvarez de Miranda.
«Escribir de verdad consiste en escribir contra el cliché», aseguró con tono firme el nuevo titular de la silla R al inicio de un extensa alocución -70 páginas- en la que repasó su vida y sus ambiciones literarias citado a una pléyade de narradores, poetas y pensadores: Homero, Ovidio, Tirso de Molina, Lichtemberg, Sterne, Kant, Sainte-Beuve, Baudelaire, De Vigny, Lepoardi, Wilde, Flaubert, Valéry, Henry James, Conrad, Kafka, Joyce, Proust, Sartre, Faukner, Virginia Woolf, Scott Fitzgerlad, Hemingway, Nabokov, Borges, Octavio Paz, Bernhard, Bodsky, Kundera o Heidegger, trufaron de citas su discurso.
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Y desde luego Shakespeare, Cervantes y sus universales don Quijote y Sancho «dos chiflados sin remedio».
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La auténtica literatura se hace «con palabras en rebeldía», según Cercas. De ahí que «represente un peligro para cualquier poder». Dado que «solo quiere ciudadanos sumisos, gente que dice Sí, siempre aspirará a controlarla, a someterla, a domesticarla». «Si de él dependiera, no lo duden: la prohibiría de inmediato», dijo. «¿Hay algo más útil que eso?» se preguntó Cercas para revindicar la utilidad de la literatura.
Lectores insubordinados
Para el autor de ‘Solados de Salamina’ o ‘El impostor’ alguien con una buena novela en las manos «es un peligro público, una bomba de relojería ambulante, un potencial pensador por cuenta propia, un insubordinado en germen».
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Unos ciudadanos «capaces de decir No -como el hombre rebelde de Camus o el enemigo del pueblo de Ibsen- cuando todo el mundo a su alrededor dice Sí, como lo hacen, de manera insuperable, Alonso Quijano y Emma Bovary», que son para Cercas «dos lectores ideales».
Desmontó el tópico según el cual «una novela de éxito es por definición mala» lo que supondría «una derrota artística del ‘Qujote’ y de los dramas de Shakespeare, muy populares también en la Inglaterra isabelina».
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«Ni Cervantes ni Shakespeare fueron en su época escritores prestigiosos: todos sabemos que Cervantes nunca hubiera ganado el premio Cervantes, o no sin escándalo de la crítica, y que en su época Shakespeare apenas era considerado literatura», aventuró Cercas.
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«La prueba es que sus obras no se publicaron con seriedad antes de su muerte; pero hoy nadie duda del lugar que tanto Cervantes como Shakespeare ocupan en la cima del canon occidental», agregó el autor de ‘Anatomía de un instante’. «No estoy a favor de la literatura popular; estoy a favor es de la popularidad de la literatura», precisó.
Anonimato inmortal
Para Cercas «el único crítico literario infalible es el tiempo». Sabe que un autor no debe buscar con desesperación el favor del público «porque un escritor de verdad solo escribe lo que lleva en las entrañas, lo que no tiene más remedio que escribir».
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«Hoy como siempre, un escritor de verdad puede ser cualquier cosa, menos un idiota», dijo aclarando que idiota procede del griego ‘idiotes’, que significa persona que solo se ocupa de lo suyo y se desentiende de lo común, es decir de lo público, es decir de la política».
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«Para un escritor, la auténtica inmortalidad es el anonimato» afirmó Cercas deshaciendo el malentendido «que sostiene que el protagonista de la literatura es el autor». Conceder un «protagonismo excesivo al autor», a veces «hasta apartarlo del resto de los mortales, sacralizarlo y convertirlo en una figura semidivina» es para él una glorificación «ridícula».
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Para Cercas una novela «es una partitura que cada lector interpreta a su manera, y en eso consiste el embrujo de la literatura».
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«El malentendido consiste en creer que el protagonista de la literatura es el autor; falso: el protagonista de la literatura es el lector, que es quien termina los libros. Un libro sin lectores es letra muerta», planteó. «Un libro es como un espejo: si un asno se mira en él, no puede aspirar a ver un profeta» com resumió Lichtemberg en un solo aforismo.
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Jamás pensó, decúa Cercas, en ser académico, pero ya lo es de pleno derecho como titular de la silla R, vacante tras el fallecimiento en septiembre de 2022 de Javier Marías, a quien dedicó un caluroso elogio.
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Lo recordó con cordialidad, afecto y respeto como «uno de los grandes novelistas españoles del último siglo, tal vez uno de los grandes novelistas españoles a secas». También como un «hombre peleón», como el propio Marías se definió.
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El más global, apreciado y premiado
Javier Cercas es hoy el escritor español más global, apreciado y premiado internacionalmente entre los de su generación. Se dio a conocer al gran público con ‘Soldados de Salamina’ (2001), novela que elogió Mario Vargas Llosa, lo que echó a rodar una bola de nieve que no ha dejado de crecer.
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Se ganó luego el favor critico de figuras como Susan Sontag o George Steiner y de lectores de todo el mundo con títulos como ‘Anatomía de un instante’, ‘Las leyes de la frontera’, ‘El impostor’, ‘El monarca de las sombras’ o de la trilogía ‘Terra Alta’.
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Entre sus amistades literaria están los premios Nobel como J. M. Coetzee o Kenzaburo Oe, además de autores como Salman Rushdie, el fallecido Paul Auster, Jonathan Littell y Mathias Enard.
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La obras de Cercas se han adaptado al cine, al teatro y al cómic -dos de ellas serán pronto series de televisión-, se estudian en colegios y universidades de todo el mundo y han sido objeto de artículos académicos, tesis doctorales y ediciones críticas.
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Su creciente prestigio hizo que el papa Francisco lo eligiera para acompañarle en un viaje pastoral a Mongolia y le diera luego acceso los sótanos del Vaticano.
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Nacido en Ibahernando, Cáceres, en 1962, con cuatro años emigró con su familia a Gerona, donde transcurrieron su infancia y su adolescencia. En 1985 se licenció en Filología Española por la Universidad Autónoma de Barcelona.
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De 1987 a 1989 enseñó español y amplió sus estudios en la Universidad de Urbana, Illinois (Estados Unidos). En 1989 empezó a dar clases de literatura española en la Universidad de Gerona. Dos años más tarde leyó su tesis doctoral y en 1995 ganó una plaza de profesor titular en la misma universidad, donde ahora está en excedencia. Desde 2003 se dedica en exclusiva a la literatura.
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Sus libros se han traducidas a más de treinta idiomas y han obtenido premios como el Nacional de Narrativa o Planeta en España, el André Malraux o el Mediterranée en Francia; el Dagger’s Prize o el Independent Foreign Fiction en Reino Unido; el Grinzane Cavour o el Mondello en Italia; el Athens en Grecia; el Casino da Póvoa en Portugal o el de la crítica en Chile.También el Prix du Livre Européen y el Taofen a la mejor novela extranjera publicada en China.
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Por el conjunto de su obra ha recibido Cercas varios galardones, muchos de ellos fuera de España, como los premios Ennio Flaiano, Sicilia o del Salone del Libro de Torino en Italia, el Ulysse o el Diálogo en Francia, el Metropolis en Canadá o el International Literary Flame Award en Montenegro.
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