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O. Beltrán de Otálora, J. M. Barasorda y J. infante
Jueves, 20 de abril 2023
Te traemos unas cuantas recomendaciones para el Día del Libro y también, como de costumbre, para esas horas de televisión o de pequeños viajes en los que tienes tiempo para escuchar un podcast. En nuestro resumen de este mes vas a encontrar algunas buenas recomendaciones como la más reciente novela de Louis Penny -que nos ha encantado- o una rareza, ‘Maldita suerte’, del escritor de viajes reconvertido, Lawrence Osborne. Y también nos acordamos de la reciéntemente desaparecida Anne Perry. Ella escribió de crímenes porque los había conocido de primera mano. Cuando llegues al final de esta carta lo entenderás.
Novelas
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Armande Gamache y la localidad de Three Pines, componen la esencia de las novelas de la escritora Louise Penny. Al inspector y al pueblo inventado los tenemos tan interiorizados que no se entendería el uno sin el otro. Su legión de seguidores en todo el mundo atestiguan esa compenetración más allá de las tramas.
Casas de cristal quizás sea una de sus mejores novelas. Con una trama original, en la que el cobrador del frac es su protagonista, Louis Penny nos traslada desde el inicio de un juicio en el que Armade Gamache es el testigo principal y cuya declaración conlleva que sea él el juzgado. Todo ello dentro de una serie de sucesos y acciones ligadas al narcotráfico que no encuentran respuesta. La prosa sencilla y eficaz, con la tranquilidad e inteligencia de Gamache, nos adentra en una trama cuya vertiente psicológica mantiene al lector en vilo hasta su resolución. Leerla merece la pena.
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Traer esta novela a una carta ‘noir’ es un riesgo pero nos ha gustado tanto que no podemos evitar recomendarla. Estamos ante una historia de fin de ciclo, con un hombre en fuga por un delito que cometió en Inglaterra, que termina dejándose atrapar por las pesadillas del mundo del juego de los casinos de Macao. En la promoción se ha clasificado a ‘Maldita suerte’ de un thriller existencial pero en nuestra opinión es algo más.
El autor, Lawrence Osborne, fue un escritor de viajes así que su libro tiene ese punto en el que parece que estamos en el mismo Macao, caminando sobre la alfombra de casinos como el Greek Mithology o el Mona Lisa, hipnotizados por la comida oriental y las bebidas fuertes occidentales. Pero la fuga del protagonista, un falso lord británico, es una inmersión en ese reino chino de fantasmas y cosas que no se pueden ver. Merece mucho la pena.
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Grangé es un periodista francés de investigación al que su paso al mundo de la novela le bendijo con el éxito. ‘Los ríos de color púrpura’ es, hasta ahora, su obra más exitosa. Ya ha sido llevada a la televisión, con una serie reciente, y una película que llegó a ser candidata a recibir la Concha de Oro de San Sebastián. La premisa inicial de esta novela es curiosa. El autor quería escribir una historia en la que no hubiese ninguno de los elementos tecnológicos que caracterizan nuestra época: ni móviles, ni internet, ni hackers….
Un libro arriesgado. Colocar a personajes vinculados con el régimen de Hitler como protagonistas no es nada fácil y puede causar cierto desasosiego al lector. Sin embargo, el mundo violento, malvado, enfermizamente criminal, que refleja la obra hace que merezca la pena la lectura. Además, es un libro con ecos a grandes clásicos como ‘Los niños de Brasil’ o ‘La noche de los generales’. En determinados momentos podría parecer una novela histórica, pero eso no le quita ningún mérito.
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Adler–Olsen -y su icónico departamento Q- es ya un clásico de la novela negra escandinava. Su serie de televisión también ha ayudado mucho. Sus personajes, tan diferentes y tan originales, adquieren un protagonismo superior a sus tramas. Sus obras, en este sentido, ganan por la gran variedad de voces que introduce y el contraste entre ellas.
El escritor danés siempre aborda temas de interés y crítica social, constituyendo uno de los elementos esenciales de sus novelas. ‘Cloruro de sodio’ es una historia bien construida, original y en la que el lector participará en resolverla. Recomendamos su lectura, lo vais a pasar bien.
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Entrevista Jussi Adler-Olsen
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Antes de triunfar en el mundo de la novela negra, Jussi Adler-Olsen había probado todo tipo de carreras y trabajos. Desde traductor a empresario vinculado a las energías verdes o estudiante de medicina. Adler-Olsen es un superviviente y alguien que ha visto mucho mundo en su Dinamarca natal. En sus obras se nota esa mirada de alguien que conoce la realidad desde muchos puntos de vista.
‘Cloruro de sodio’ es un thriller que deja abierta su continuidad. ¿Para cuándo el siguiente?
Q10 se publicará en Dinamarca en noviembre de este año; aún no sabemos cuándo lo será traducida al español. Pero podemos decir que Q10 comenzará el día después de que finalice Q9. Y ese Q10 será el último volumen de la serie del Departamento Q. escrito por mí. Necesito pasar a trabajar en otras cosas.
La crítica social continúa siendo un elemento esencial en la novela negra. ¿Qué temas le interesan?
No encontrará ninguna novela escrita por mí que no tenga un elemento social. Lo considero un elemento esencial. En muchos sentidos, es uno de los factores que impulsa mi escritura. En ‘Cloruro de sodio’ uno de los temas es la falta de consideración por los demás. En esta novela nos encontramos con un grupo de mujeres que reaccionan ante el egoísmo que encuentran en su vida. En este momento mis pensamientos y preocupaciones se centran en el ultraliberalismo en el que hemos estado viviendo durante demasiados años y cuyo resultado vemos cada vez más claro en el declive de muchas maneras en nuestra sociedad, sobre todo en el sector de la salud.
En el ámbito de la novela negra, ¿qué proyectos tiene Adler-Olsen?
Me estoy alejando de la novela negra para acercarme a los thrillers de acción, pero aún así con el foco en la buena historia. Seré más claro cuando haya completado Q10 y recurra a nuevos desafíos.
Recomiende una novela que le haya influido en su obra literaria o de la que especialmente tenga un buen recuerdo.
Sjöwall & Wahlöö y su novela policíaca clásica centrada en un buen diálogo y un comentario a la sociedad en la que vivimos ha sido, con mucho, la mayor influencia. Pero también el trabajo de grandes escritores de suspense como John Grisham y Frederic Forsyth. De todas formas, desde que comencé a escribir la serie Departamento Q, no he leído novelas policiales. Quería ser original y si hubiera leído a mis colegas me habría inspirado en ellos.
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Series
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Entre 1962 y 1964, trece mujeres fueron estranguladas en el área metropolitana de Boston. Dos mujeres periodistas del Boston Herald (Loretta McLaughlin y Jean Cole) supieron ver un nexo en los cuatro primeros crímenes y bautizaron al asesino como «el estrangulador de Boston». Con esos antecedentes, Disney+ presenta un ‘true crime’ de impecable factura en manos de Matt Ruskin cuyo trabajo es superado por la medida interpretación de Keira Knightley y Carri Coon, como las dos periodistas que defendieron su trabajo profesional en un mundo laboral que relegaba a la mujer.
Como thriller, la película funciona igual que un reloj gracias a una exposición inteligente de una investigación policial compleja (¿Mintió el asesino confeso, Albert de Salvo, que fue a su vez asesinado en la cárcel?). Sugerencia: investiguen por su cuenta. Encontrarán que la realidad supera al mejor de los guiones.
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El espectador subyugado por la calidad de la primera temporada encuentra por fin en el estrado al Perry Mason (Matthew Rhys) que recordaba de las lecturas de Erle Stanley Gardner (abogado también). La nueva temporada nos lleva al estrado donde fiscal, testigos, jurado, juez y abogados buscan la verdad (o tal vez no) de un crimen mediático. Estamos ante una trama como las que encontrábamos en las novelas de Gardner, pero sin olvidar la oscuridad de las calles (corrupción, racismo…) que en esta segunda entrega se acentúa aún más.
El Los Angeles de años 30 aparece más noir que nunca, recordando las grandes películas basadas en las novelas de Chandler, Hammett o Ellroy. La evolución de los personajes secundarios, policías, detectives o criminales (Della Street ya no es la secretaria de Mason sino una competente abogada que sostiene el bufete), y una trama compleja que crea un ‘cliffhanger’ al final de cada episodio son el mejor reclamo para el espectador.
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Doña Agatha, siempre tan británica, regaló a la reina de Inglaterra en su 80 aniversario un divertimento teatral para la radio que llamó ‘Tres ratones ciegos’. Lo convirtió en un cuento policial con el mismo título en 1948 y lo publicó en EE UU. Luego lo rehizo como obra teatral en 1952 con el título de ‘La ratonera’, representada sin interrupción en el West End hasta hoy día.
Si en la magnífica ‘Llama un inspector’ de Priestley es el inspector Goole el misterioso de la función, en ‘La ratonera’ todos los personajes ocultan un misterio relacionado con el crimen, que es investigado entre diálogos repletos de acierto y sagacidad en los que cualquiera es sospechoso. Una muerte en la escena y la revelación final redondean la función. Una delicatesen escrita en la clave de las mejores novelas de la ‘golden age’ de la novela policíaca.
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Podcast
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En la sección de podcast traemos esta vez ‘El país de los demonios’. Se tiende a creer que el género de ‘true crime’ implica una muerte sangrienta, un cadáver y una investigación, pero esta temática aguanta perfectamente la narración de un caso de corrupción, la inmersión en el oscuro mundo de las cloacas. ‘El país de los demonios’ es un trabajo periodístico sobre las corruptelas del comisario Villarejo en los círculos del poder de este país y, al mismo tiempo, los trabajos del fiscal anticorrupción Ignacio Stampa para sacar a la luz las maquinaciones del policía. El enfrentamiento entre estos dos personajes -y toda la trama de secundarios- se escucha como si se tratase de un thriller.
Aunque se haya seguido la historia en los medios de comunicación, este trabajo de Álvaro de Cózar y Eva Lamarca es encomiable. Sin querer hacer spoilers sobre los momentos irrepetibles de esta historia, hay una descripción increíble. El momento en el que fiscales y policías encuentran la caja fuerte de Villarejo y consiguen abrirla. Lo que allí encuentran -y cómo reaccionan al hallazgo- merece la pena escucharlo. Además, la continuación de esta historia la vemos día a día en los periódicos.
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Obituario
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Anne Perry falleció el pasado 10 de abril. Ella fue una de las grandes damas del crimen, una autora británica que había entendido a la perfección las claves del género y que sabía crear personajes inolvidables como Monk o Thomas Pitt, ese policía tranquilo que se mueve con discreción en el peor Londres victoriano que jamás ha existido. Es un buen momento para repasar sus libros.
Y no se puede evitar hablar del episodio más siniestro de Anne Perry: su condena a prisión por asesinato cuando era menor de edad. Ella y una amiga mataron a la madre de esta última cuando iban a separarlas para que Perry fuera a Sudáfrica. El asunto supuso un escándalo en su época que fue llevado al cine por Peter Jackson en ‘Criaturas celestiales’.
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