Nuestra recomendación de novelas y series negras para este verano
En La Carta Noir, viajamos a una Valencia sacudida por un asesino en serie que ataca en un festival porno, a una taberna misteriosa de Kioto y a la Escocia más clásica de la novela negra
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Juan Infante, Juan Mari Barasorda y O. B. de Otálora
Miércoles, 26 de julio 2023
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En La Carta Noir de este mes traemos algunas sorpresas interesantes. La primera, el estreno en el género negro de Ana Martínez Muñoz, con una novela original en la que el crimen se desarrolla en un festival porno de Valencia. ‘Valencia Roja’, en este sentido, es uno de esos libros agradecidos para leer en verano. Pero no puede faltar en nuestras recomendaciones un clásico como John Connolly, que en esta ocasión lleva a sus sicarios más negros, Angel y Louis, a Amsterdan. Y para quienes quieren probar algo distinto, que apenas roza el género negro pero que es una pequeña obra maestra, traemos ‘El misterio de la taberna Kamogawa’, una historia de dos detectives gastronómicos que buscan sabores perdidos en Kioto.
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Novelas
Páginas negras
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Tumbas sin nombre, de John Connolly (Tusquets)
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John Connolly se desplaza desde la Costa Este de Estados Unidos a Europa. Ámsterdam, París, Viena y los Balcanes, son los escenarios de esta novela. Charlie Parker, el personaje arquetípico de Connolly, apenas tiene presencia en la trama; los protagonistas son Ángel y Louis, sus sicarios de lujo. Ellos toman ahora su relevo.
Su objetivo es vengar unos crímenes que les han golpeado directamente; ni quieren, ni valoran otra opción. Connolly es muy bueno y sus tramas nunca defraudan. Los lectores os vais a encontrar con una novela muy dura, con mucho psicópata y asesino suelto, narrada con una prosa excelente.
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Litio, de Imanol Caneyada (Planeta-México)
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Litio ha sido premiada con el Dashiell Hammett de la Semana Negra de Gijón. Su autor, Imanol Caneyada, es un gipuzcoano, nacionalizado mexicano, que vive en el estado de Sonora y escribe en un mexicano de lujo. Se trata de una magnífica novela negra, llena de ternura y compasión en un mundo despiadado, como valora el jurado que la ha premiado en Asturias. Su prosa y su lenguaje nos recuerdan a Juan Rulfo y a Octavio Paz y esto ya son palabras mayores.
El desencadenante de la trama es una compañía canadiense que explota una mina de litio en la Sonora profunda y descubre que tiene a su alcance una riqueza inmensa. En el otro lado se encuentra la gente que lleva generaciones viviendo y trabajando en las tierras donde se encuentra el yacimiento.
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Los misterios de la taberna Kamogawa, de Hisashi Kashiwai. (Salamandra)
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Esta novela no es un noir, aunque de lo que nos van a hablar es de una figura muy sugerente: detectives gastronómicos. No hay crímenes, no hay delitos… solo investigaciones sobre la comida en Japón, en concreto, en Kioto. En una taberna misteriosa, Nagare, un antiguo policía, y su hija, Koishi, se dedican a rastrear platos que para sus clientes significan algo importante: un amor perdido, una persona desaparecida, el recuerdo de una tarde.
La sensibilidad del autor, Hisashi Kashiwai, pesa en cada uno de sus párrafos y muy poco a poco el lector descubre que hay más historias encerradas en los platos que van preparando. Gran parte de la gastronomía que se analiza en la novela es la tradicional japonesa pero enseguida el lector occidental no avezado va a descubrir que el sushi o las gyozas son mucho más complicados y repletos de matices de lo que parece.
Una advertencia. Esta no es una novela para fanáticos del noir -pese a los dos detectives- y va a defraudar a quien busca sangre y sospechosos, pero cualquier amante de la buena literatura soñará con viajar a esa misteriosa taberna de Kioto en la que se resuelven enigmas que suceden allá donde la vida se mezcla con la comida.
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Valencia Roja, de Ana Martínez Muñoz (Alfaguara)
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Valencia Roja es su primera novela; Ana Martínez no ha podido empezar mejor. Una buena historia y editada por Alfaguara. Tiene un formato muy clásico: un asesino en serie, con una historia de pornografía y prostitución detrás de los crímenes. Nela Ferrer es la jefa del Grupo de Homicidios de la Policía Nacional en Valencia y será la encargada de resolver el caso. Tenemos la impresión de que Ferrer ha venido para quedarse. La novela se lee muy bien, y el lector disfrutará. Es una magnifica opción para este verano.
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Entrevista Ana Martínez Muñoz
«Las situaciones que relata la novela suceden en la vida real»
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Ana Martínez Muñoz ha demostrado que la pasión por la novela negra, las horas de lectura y el trabajo duro son la base para crear una novela intensa, con una gran trama, y ese anzuelo que siempre crea una buena historia. En Valencia Roja, esta escritora se arriesga a entrar en el mundo del porno para mostrarnos las sombras desconocidas de la capital levantina pero también para crear personajes fascinantes.
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Un asesino en serie, con una trama de pornografía y prostitución. ¿Todo es ficción o tiene una historia real detrás?
Todo lo que se cuenta en la novela es ficticio. Sin embargo, hay un importante trabajo de documentación detrás para poder tratar el tema de trasfondo como es debido, por lo que algunas de las situaciones que relata la novela —lamentablemente— suceden en la vida real.
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Nela Ferrer, es una protagonista que acaba ganándose al lector. ¿Ha venido para quedarse? ¿La tendremos en próximas novelas?
Nela Ferrer ha venido para quedarse. De hecho, será la protagonista de mi próxima historia, que ya tengo en marcha.
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La ciudad de Valencia es también la protagonista de esta novela. ¿Te has encontrado cómoda situando la trama en tu ciudad?
Escogí Valencia por cercanía, porque es una ciudad que conozco bien. Me he sentido muy cómoda con esta localización, al fin y al cabo, llevo toda mi vida paseando por sus calles. Además, ambientar la novela en mi propia ciudad me ha servido para descubrir cosas de ella que desconocía gracias al proceso de documentación.
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¿Nos puedes avanzar tus próximos proyectos literarios?
No puedo contar mucho todavía porque está en una fase muy embrionaria. Solo puedo deciros que en la próxima novela continuaré con los mismos personajes.
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Recomienda a los lectores de La Carta Noir, un autor o una novela noir de las clásicas que haya sido una referencia
En la adolescencia devoré las novelas de Agatha Christie, sin embargo, el clásico que me marcó fue ‘La dalia negra’, de James Ellroy. Por lo bien escrita que está y porque me impresionó mucho, ya no solo por su escabrosidad, sino porque saber que está basada en un caso real que sucedió en 1947, pone los pelos aún más de punta.
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Series
Fundido en negro
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1985. (Filmin)
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1985 es una miniserie belga merecedora de las mejores críticas en toda Europa. Funciona a dos niveles. El primero detalla un ‘true crime’ perpetrado por una banda de atracadores autora de 28 asesinatos cuya identidad nunca fue descubierta. El segundo recrea el año 1985 de una Europa en la que la juventud ,su música y sus anhelos configuraron una década. La investigación no necesita revelar a los criminales (jamás se les identificó) y se centra en la vida tres amigos (dos policías) que viven unos hechos que cambiarán sus vidas y que representan a toda una generación.
1985 es un thriller de impecable factura en el que se aborda sin pudor la cuestión de la corrupción policial, un crimen organizado aun más pestilente que los cometidos por la banda conocida como ‘los asesinos de Brabante’ que aterrorizó a todo un país. Una serie dramática sin fisuras.
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No apagues la luz. AMC
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Una madre que mantiene la esperanza de encontrar a su hija desaparecida hace 18 años; una periodista en busca de la verdad y un condenado por el crimen, que padece amnesia y que sale de la cárcel.
El thriller galés sabe tocar distintas teclas. El dolor de una madre que necesita conocer la verdad de lo que le pasó a su hija, la obsesión de una periodista para quien la verdad y la noticia son su trabajo y un culpable que deberá investigar en su propio pasado para recordar la verdad. Por encima del crimen y de la investigación, el acertado tratamiento de las relaciones entre los personajes y la interpretación –sobre todo de la madre, Joanna Scanlan siempre memorable- componen un thriller psicológico que seduce al espectador.
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Clásicos
Detectives de antaño
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Las arenas cantarinas, de Josephine Tey (Hoja de Lata)
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Elizabeth Mackintosh (nombre real de la autora Josephine Tey) escribió la ultima novela –la sexta protagonizada por el singular detective inspector de Scotland Yard Alan Grant- en 1952, mientras luchaba contra una enfermedad terminal. Su prosa meticulosa atrapa al lector. Tey, siempre elegante, nunca utilizará fuegos de artificio para crear soluciones imposibles. El misterio de Las arenas cantarinas atrapa sutilmente al lector tanto como al inspector Grant, con el que recorremos las Hébridas y sus bahías azotadas por el viento mientras busca una respuesta al enigma a la vez que a las inquietudes que jalonan su existencia.
En Las arenas cantarinas, Tey traza con maestría la sicología de sus personajes –la mejor escritora de la ‘golden age’ en esta faceta – y con trazo singular describe atmósferas y lugares. La pausada investigación de Grant nos permite conocer su lado más humano, un Grant que se renueva y que lamentablemente no pudo iniciar nuevas investigaciones de la mano de su creadora.
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Obituario
Francisco Ibáñez
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Este mes nos ha dejado Francisco Ibáñez, el autor que creó dos figuras inmortales como Mortadelo y Filemón, los agentes de la TIA. Se pueden hacer muchos elogios a este figura imprescindible del cómic pero uno obligatorio es que consiguió ser intergeneracional. Su público va desde los jubilados que aún atesoran los cómics de Bruguera que leyeron en su niñez hasta miembros de la generación Z que lo han descubierto en Tik Tok.
Ibáñez supo reírse de todo y en sus trabajos. Por ejemplo, en ’13 rue del Percebe’ existe una crítica social que supo imponerse con sutileza y sonrisas a quienes no querían hablar de algunos temas. Nada mejor que este verano para repasar algunas de sus obras maestras que ya forman parte del imaginario de la cultura popular española.