La ‘Homo erectus’ más antigua conocida vivió en Etiopía
El análisis de una mandíbula infantil demuestra que esta especie vivió en el altiplano etíope, a más de 2.000 metros de altura, hace dos millones de años
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Julio Arrieta
Viernes, 13 de octubre 2023
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La clave es una mandíbula infantil. Una pieza que a ojos profanos parece un simple hueso, pero que desde que fue encontrada en 1981 en Melka Kunture, Etiopía, ha sido objeto de discusión entre los paleoantropólogos, que no lograban determinar la especie de homínido a la que pertenecía. Un nuevo estudio, realizado por un equipo italo español y que se ha publicado este jueves en la revista ‘Science‘, ha resuelto que se trataba de un ‘Homo erectus’, lo que la convierte en el resto de esta especie más antiguo reconocido del mundo y demuestra que la misma se expandió más allá de las sabanas de las tierras bajas de África Oriental y se adaptó a vivir a gran altura.
El artículo que firman 15 investigadores encabezados por Margherita Mussi, de La Universidad de Roma La Sapienza, señala que «en África la escasez de restos de homínidos encontrados en asociación directa con herramientas de piedra ha dificultado los intentos de vincular a ‘Homo habilis’ y ‘Homo erectus’ con industrias líticas concretas». En otras palabras, los restos óseos suelen aparecer por un lado y las herramientas por otro, con lo que es difícil saber quiénes y cuándo hicieron qué cosas.
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«La mandíbula infantil descubierta en el nivel E de Garba IV (Melka Kunture), en las tierras altas de Etiopía, es fundamental para esta cuestión debido a su asociación directa con una industria lítica olduvayense». Básicamente, cantos rodados tallados que raramente se encuentran asociados a una estratigrafía fiable que permita su datación precisa. Por eso, yacimientos como los del conjunto de Melka Kunture son excepcionales. Porque allí «tenemos prácticamente representada de contínuo toda la evolución tecnológica africana desde los 2 millones de años hasta el Paleolítico superior africano», explica a este periódico Eduardo Méndez-Quintas, del Grupo de Estudios de Arqueología, Antigüedad y Territorio de la Universidad de Vigo, coautor del nuevo estudio y miembro de la Italo-Spanish Archaeological Mission atl Melka Kunture and Balchit.
El nivel donde apareció la mandíbula infantil «es de algo más de 2 millones de años», destaca Méndez-Quintas. «Los restos de ‘Homo erectus’ más antiguos que conocíamos hasta ahora tienen en torno a 1,8 millones». Para identificar una especie «lo más distintivo son los dientes, son el elemento que te permite separar especies». Una nueva tecnología, la obtención de imágenes mediante sincrotrón, ha permitido examinar los dientes de la mandíbula, «no los de leche, sino los definitivos, que estaban dentro del hueso, aún sin salir». Porque se trataba de un niño o de una niña. «No hay modo de determinar el género, así que hemos optado por presentarla como una niña».
Una pequeña que vivió con sus congéneres, un grupo nómada que se alimentaba esencialmente de vegetales aunque también consumía carne, «a gran altura, en el altiplano etíope, a más de 2.000 metros sobre el nivel del mar», en un entorno muy frío. Usaban herramientas olduvayenses. Y después, las achelenses, mucho más elaboradas, como los clásicos bifaces que caracterizan esta industria, «que en el yacimiento aparecen en el nivel inmediatamente por encima» del de la mandíbula, «sin ningún hiato».
Hace 2 millones de años «fue cuando empezaron a salir los primeros humanos fuera de África. Eran ‘Homo erectus’. Probablemente fueron los que se desarrollaron en el altiplano etíope, los que estaban más preparados, más adaptados para salir fuera del continente africano. Y esto desplaza el foco de esta película de la historia la evolución humana. Sigue estando en la parte oriental de África, pero ya no en las sabanas del valle del Rift, sino en un entorno ecológico diferente», más al Norte, el del altiplano etíope.
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