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La imagen fue su mayor logro y la mayor de las condenas. Bendita condena, habría que decir. Un seminarista se lanza como un gato hacia el palo derecho de su portería para intentar parar un potente chut. Ese momento fue captado por Ramón Masats en el Madrid de 1969 y siempre se lo recordaban a uno de los genios de la fotografía, fallecido este lunes a los 92 años en Madrid, según confirmó su familia. Hacía más de dos décadas que había colgado la cámara. Una compañera que escogió estando en el servicio militar.
Masats nació en 1931 en Caldas de Montbui (Barcelona), donde estuvo trabajando en la bacaladería familiar hasta que llegó la mili y la fotografía. A su progenitor le robó el dinero necesario para comprarse la primera cámara y en 1955 llegó a la capital catalana donde ingresó en la Sociedad Fotográfica de Cataluña. «Tenía un instinto extraordinario. Jamás he vuelto a encontrar a alguien que comprendiese para qué sirve una cámara de forma tan rápida», recordaba años después Xavier Miserachs quien, junto a Oriol Maspons y Ricard Terré animaron al joven Masats con la fotografía. Con los dos primeros realizó su primera exposición en 1956.
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Apenas tres años más tarde, se instala en Madrid y se convierte en reportero de Gaceta Ilustrada y se suma al grupo Afal liderado por Carlos Pérez Siquier y al que pertenecían Gabriel Cualladó, Paco Gómez (que también se unieron a Gerardo Vielba y Masats en el efímero grupo La Palangana), Alberto Schommer o Joan Colom, entre otros muchos fotógrafos que lograron romper muros y mostrar al mundo qué se estaba haciendo en España y aprender de lo que pasaba fuera.
«Es lo que teníamos a mano. No forzamos nada. No fuimos escarbando en sitios oscuros ni muy brillantes. Nos interesaba mostrar la vida tal cual era nuestro alrededor», explicaba este admirador de Henri Cartier-Bresson, Willian Klein o Elliot Erwitt en una entrevista a XLSemanal en marzo de 2021. Retrataba por igual a trabajadores anónimos como a Francisco Franco o Luis Buñuel. Siempre equidistante y manteniendo la dignidad de famosos y desconocidos. Era capaz de disparar con sus cámaras para reflejar cómo vivía la sociedad de aquel momento
Cine y televisión
Esa visión se plasma en los libros que publicó durante la década de los sesenta del pasado siglo. ‘Los sanfermines’ (1957-1962), que lo aleja de la visión tradicional; ‘Neutral Corner’ (1962), donde se adentra en el mundo del boxeo y sus seres marginales, o ‘Viejas historias de Castilla la Vieja’ (1964), libro de Miguel Delibes que ilustró y ejemplo de sus viajes por España que realizó tanto en coche como en moto. «Pocos fotógrafos me han dejado una huella tan profunda como Masats», indicó Carlos Saura, que compartió exposición en la sala Juana Mordó y oficios con el catalán.
Porque Masats también se pasó al cine y la televisión. «Creo que si alguien nos influía era Berlanga, también Buñuel, Bardem y algún otro de la época. Yo al menos no copiaba, pero me influía Berlanga, su sentido del humor», indicaba en XLSemanal. Dirigió ‘El que enseña’ (1965), ‘Topical Spain’ (1970) y estuvo al frente de las series ‘Conozca usted España’ (1966), ‘Los ríos’ (1966) o ‘Raíces’ (1971).
Después de la Transición y con la llegada de los ochenta, decide volver a la fotografía. Lo hace con fotografías en color, lo que depura su mirada aunque sin perder el hechizo de sus trabajos anteriores. De esta época son ‘Andalucía’ (1986), con textos de José Manuel Caballero Bonald; ‘Desde el cielo a España’ (1988) o ‘Toro’ (1998). En 2002 decidió dejar la profesión y dos años más tarde recibía el Premio Nacional de Fotografía. También logró el Premio PHotoEspaña en 2014.
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